Un recuerdo de Íñigo de la Fuente y mío. Goian bego.
Un abrazo amigo Javier.
Me vas a permitir que te cuente mi relación con K-Toño. Aunque le conocía de vista tanto de Indautxu como de Plencia…..hasta mi llegada al hotel en 2011 no tuve trato personal. Creo que encajamos ambos enseguida porque para empezar K-Toño era una persona de las que denominaría “fáciles” además de, como dice su esposa Begoña, un buenazo.
Hemos compartido desde entonces eventos, aperitivos, comidas (pocas), charlas y encargos realizados por mí para el hotel y para la fundación que presido. He visitado al matrimonio en su casa de Bilbao y Plencia y en el hospital de Basurto unas cuantas veces….. lo que te hace merecedor a ser considerado como un hombre de “casa”.
El 19 de agosto le traje a Bilbao desde la villa gallarda y paramos en Artxanda para ver Bilbao desde las nuevas letras rojas que no conocía….Todavía resuena en mi mente sus palabras y explicaciones. Ya estaba bastante tocado. Bajamos por Arabella y vimos las barracas que tanto le gustaban….En su mesa de trabajo ha quedado sin terminar un encargo que le realice ese día…, me llamó la pasada semana para decirme que no podía más….
Estoy rodeado de recuerdos suyos….Ha sido una suerte conocerle y que me considerara como a un amigo-hijo como ha dejado escrito este mes en el periódico Bilbao.
La vida sigue.Tengo que buscar un sustituto para mis encargos….En el Abando, en su cafetería, ha quedado su firma…y en su director una herida que duele pero que con el tiempo irá amainando…y quedará el recuerdo de un amigo…que ya es bastante.
Un abrazo amigo Javier.
